El sur de Colombia con mochila: El encano y Las Lajas, Pasto.

Aprovecho que hay algo de tiempo para subir unas foticos... la primera un auto Willis en perfecto estado y de los que se utilizan por montones en el Eje cafetero de la bella tierra colombiana. Este andaba por ahí en el corregimiento de La Florida. Cuando lo ví, le pedí al dueño me permitiera sacar una foto y en clásica respuesta de local me dijo: "hágale nomás", así que le tomé la foto, con la idea también de que refleje un poco el área donde estoy realizando mi trabajo de tesis. Más fotos abajo

Si Jesús caminó en el agua, no veo yo porqué no Jesús, pero de apellido Sánchez, éste, pudiera ciclomontar en el mismo elemento líquido. Esto es en una pequeña comunidad muy cercana a Pasto, llamada El Puerto, que se ubica a unos metros del pueblo llamado El Encano, en las cercanías de la Laguna de la Cocha, un sitio en el que la laguna altoandina ya lo hace a uno pensar que se encuentra en Ecuador o Perú, y no en Colombia (por ahí pondré un post que habla de esto... no se lo pierdan.


Claro que lo impresionante no es sólo que te sientas en los Andes del sur, o del centro, o digamos en las alturas andinas, sino que en estos sitios, hay unas mezclas maravillosas, porque mira: a este sitio llegaron unos suizos en en los años cincuenta y lo que hicieron fue poner unas cabañas que parecen mucho más europeas que otra cosa... y el sistema de transporte en el área es fluvial o lacustre, como le quieran llamar. Es decir que es una de esas zonas de transición de las que tantas se encuentran en nuestra linda América, pero ya viene el artículo, para que me den su opinión.





Saliendo de este sitio, me fui hacia Ipiales, la última ciudad antes de entrar a Ecuador. Acá, a unos 25 kilómetros se encuentra el santuario de Las Lajas que yo (ateo confeso), fui a visitar porque me habían hablado mucho del lugar. Y la verdad es que es impresionante la fe de las personas, mira que construir en un sitio como ese, una pieza de arquitectura como tal, es realmente todo un asunto (o una vaina, como dirían por acá). Se los dejo admirar y bueno... no todo es tan lindo, yo insistiría en que en un sitio tan bonito se pudo haber hecho algo más ad-hoc con la zona en términos de amistad ambiental y arquitectónica, pero en fin. El sitio intersante, pero la gente con muy poca conciencia ambiental: el río bastante sucio, la gente lavando ropa, y los baños públicos descargandolo todo a través de un tubo que va hasta el suelo y de ahí se lo lleva la corriente... guáaacala.