
Para los que están en el Perú, redescubran las bellezas que tienen, pero para los que están fuera, pos a ver si se animan a venir. Este país tiene mil y una cosas que mostrar... sólo uds se lo pierden yendo a los lugares turísticos de siempre.
Comencemos con Trujillo. Dirección: norte de Lima, unas 7 horas de autobús.
El lugar se llama Chan Chan. Son ruinas de barro, por eso el color un poco pálido, pero la extensión es enorme y está muy interesante.
De ahí nos vamos a Huacas de Moche (o Huaca de la Luna, como siempre ha sido conocido el lugar). Un sitio impresionante: un pequeño oasis en un área verde, con un sitio arqueológico donde han encontrado murales y frescos gigantes, todos con color. No dejen de visitarlo.
De ahí nos vamos a Chiclayo, un poco más al norte. Primero visitaremos Sicán, un sitio en una pequeña ciudad de nombre Ferreñafe, donde se encuentran los tesoros y una recreación de la forma en que fue encontrado en su tumba.


La tumba está en Pómac, donde también visitamos el sitio, aunque ahí apenas comienzan a hacer trabajo de rescate.
Enseguida nos fuimos a Túcume, donde hay otro sitio muy grande, aunque este no tiene aún mucho trabajo de descubrimiento.
Como tuvimos un rato por la tarde, fuimos, con dos amigas, a visitar Pimentel, un lugar que habíamos visto en el viaje anterior, pero que es simpático y tranquilo.
La mañana siguiente, nos dirigimos a las Tumbas reales del señor de Sipán. Para aquellos a los que les gusta el oro y tienen ganas de ver un entierro elegantísimo, de un señor que fue como sería un rico y millonario de nuestra época.
Por la noche no debe faltar nunca la diversión: ay de aquel que se quede en su camita a dormir y prefiera ver CNN o MTV, o de perdida al Chavo del 8 (que acá les gusta tanto). No hay nada com ir a la Herradura en compañía de los amigo y pasar un buen rato, muy ameno tomando Pilsen.




No comments:
Post a Comment