Sunday, April 15, 2007

De algunos Museos en Bogotá y Caracas.

Como el post anterior me pareció muy bajo de calidad, le ofrezco este. Creo que el problema es tratar de abarcar tanto.

Sucede que hace un par de días estoy haciendo un artículo que espero publicar (aunque claro, aún no hay nada seguro) y ello me ha consumido energía y fotos. El problema es que hay tanto que contar que no puedo sino dosificar esta información (y por otro lado, tendría que estar ya chambeando en mi tesis, caray)

En fin, una pequeña selección.

Me gustan los museos. En ellos siempre te encuentras cosas variadas y locas. aunque los de arte moderno son los más propositivos, la mayor parte de las veces tienen cosas incomprensibles. Botero me gusta mucho, aunque en la medida que lo he he ido observando me doy cuenta de la monotonía de su trazo. Es como cuando lees el primer libro de Bryce, al principio te parece muy bueno, pero poco a poco se va repitiendo y te comienza a aburrir. Por eso Picasso o Borges son geniales: porque a cada trazo y frase se intentaban recrear, no es que encontraran una fórmula comercial y la explotaran hasta el cansancio.


Aún así, dos piezas que me gustan de Fernando Botero, el paisa de las gorditas (paisas, para los que no son familiares con este término, son los habitantes de la zona de Antioquia, en Colombia). La primera es inconfundible y la segunda es sólo una gordita sexy




Después, caminando por el Museo de Arte Moderno de Bogotá, me topé con este ojo. Al principio parecía sólo un dibujo más, pero en la medida que me fui acercando, me encontré con que estaba hecho de huellas digitales. Me pareció bastante trabajo que alguien haga una cara con las pulsaciones de su dedo: cada trazo tiene que imprimirse de acuerdo con la sombra que se quiera dar y eso no lo hace cualquiera, creo.





En Venezuela, encontré una exposición sobre las condiciones de vida de los mineros bolivianos. ¡Vaya que me hizo pensar que vivimos como en el paraíso, acá! Una existencia dedicada al fondo de la tierra, como si no hubieran ya pasado quinientos años desde que llegaron los españoles y comenzaron a joder a los indígenas. Hay tareas que deberían estar prohibidas en el mundo. Una de las frase que más llamó mi atención fue esta: "No bebemos por vicio, bebemos por desgracia". Este fotógrafo ha compartido más de diez años con estas gentes para tratar de comprender y aprehender esta historia.





Y finalmente, fui a Maloka, en Bogotá, que es una especie de museo de ciencias. Tiene su pantalla Imax (creo que es la única de sudamérica), todo el asunto aquel de la explicación de los fenómenos de la ciencia (electricidas, ondas magnéticas, petróleo, generación de energía, astronomía) y en el momento había una exposición sobre los planetas, donde hice un pequeño ejercicio de ver cuántos años tendría si viviera en mi tierra de origen: plutón, jajaja... no mentira, Mercurio. El resultado lo pueden ver ahí. Ya decía yo que toda esta experiencia tenía que estar en algún lado.

En este mismo sitio también tenían una exposición sobre Yuri Gagarin, el primer hombre que salió de la tierra. Hay una foto, unos posts más abajo, cuando hablo del dodecálogo del andariego, así que que para no repetirlo, sólo les aviso donde está.

Bueno, creo que por este post es suficiente, en horas, días, meses o minutos, dependiendo de la posición de los astros (y no porque sea yo planetariamente influenciable, sino por el hecho de que los minutos no son lo mismo en la Tierra que en Mercurio), se encontrarán posts de naturaleza, de ciudad, etc..

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